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Dos años más tarde (1903), Freud escribe –en tercera persona– que el “ procedimiento psicoanalítico freudiano ” (1904) debe ser incluido en el libro de Loewenfeld sobre los fenómenos obsesivos. La descripción que hace Freud de la nueva técnica aclara la importancia del cambio que supuso para el psicoanálisis la adopción del método de la asociación libre: “Las modificaciones que Freud introdujo en el procedimiento catártico de Breuer fueron al principio cambios en la técnica; ahora bien, estos brindaron nuevos resultados y, en lo sucesivo, obligaron a adoptar una concepción diversa acerca del trabajo terapéutico, si bien no contradictoria con la anterior.” (Freud 1904, p. 250 [238]). Freud deja de lado su preocupación por el síntoma y anima al paciente a hablar. Permite que el paciente elija el tema de la sesión del día y, de este modo, deja que cualquier superficie revele el inconsciente del paciente. A partir de sus “Conferencias de introducción al psicoanálisis” (Freud 1916-1917), la “conciencia” puede entenderse como “la superficie del inconsciente” (1916-1917, p. 287; 1920, p. 238 [1904, p. 11]). Más tarde, desarrolla las ventajas de abandonar la hipnosis: no todos los pacientes son susceptibles a ella, y no todos los terapeutas tienen la capacidad de emplearla. En consecuencia, el nuevo método puede aplicarse a un número significativo de pacientes. Sin embargo, al prescindir de la hipnosis, se pierde la conciencia ampliada que proporcionaba los recuerdos olvidados. No obstante, “Freud halló en las ocurrencias de los enfermos un sustituto de esa índole, enteramente satisfactorio. Son los pensamientos involuntarios, sentidos casi siempre como perturbadores, que suelen cruzarse en la trama de una exposición deliberada.” (Freud 1904, p. 251 [238]). Strachey cierra entre comillas la palabra “asociación” porque es una traducción de “ Einfällen ”, término que –según especifica– transmite con mayor precisión la noción de ocurrencia o pensamiento involuntario. Freud también expone cómo formula la solicitud al paciente para que colabore con este método: “Para apoderarse de esas ocurrencias, Freud exhorta a los enfermos a que se dejen ir en sus comunicaciones, ‘como harían en una conversación en que se hablase de bueyes perdidos’ […] les recomienda participarle todo cuanto se les pase por la cabeza, aunque les parezca que no es importante, o que no viene al caso, o que es disparatado […] o los avergüence o les resulte penoso hacerlo.” (1904, p. 51 [238-239]). Al aplicar el método de la asociación libre de este modo, Freud observó algo importante para su teoría: que existen lagunas en la memoria del paciente, debidas a un proceso de represión, y que cualquier intento por descubrirlas se encuentra con una resistencia.
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