Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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autonomía primaria y secundaria y el área (relativamente) libre conflicto del yo, así como el conflicto intra-sistémico entre varias de las funciones del yo. Junto con Kris, Rapaport y Erikson, Hartmann elaboró las funciones del yo, incluyendo el funcionamiento sintético e integrador del yo, la neutralización, la sublimación, el desarrollo de la identidad del yo (Erikson, 1956), etc. El estudio del yo alcanzó la misma profundidad que el estudio del ello previamente llevado a cabo por Freud. Estos innovadores vieron el yo como un aspecto de una mente más amplia. Sus escritos reflejan la idea del equilibrio entre todas las fuerzas que emanan de la mente humana e inciden sobre ella. El analista, que crea una alianza con el yo del paciente, tiene que mantener una posición equidistante entre las tres agencias psíquicas y el mundo exterior. Mientras que el método psicoanalítico continuó basándose en el tratamiento del conflicto (Freud, A., 1936; Kris, 1947; Hartmann, 1950), la teoría psicoanalítica, como teoría general, sin minimizar la importancia del conflicto, empezó a incluir la conducta en torno al conflicto en su estudio, puesto que esta conducta se presenta de forma independiente del mismo. Hartmann (1950) señaló que la autonomía primaria puede verse involucrada en la formación de conflictos y la autonomía secundaria puede surgir de un conflicto y convertirse de nuevo en un conflicto cargado. Sin embargo, para algunos psicólogos del yo que lo siguieron (Blanck, 1966; Blanck and Blanck, 1972), el concepto de Hartmann de las áreas libres conflicto y la autonomía del yo parecía indicar un yo independiente de otras agencias psíquicas. Esta interpretación específica de los conceptos de Hartmann de la autonomía del yo y el área libre de conflicto también contribuyó a una tendencia que se desarrolló en otras orientaciones que minimizaban el conflicto como, por ejemplo, la psicología del sí mismo, una teoría psicoanalítica del desarrollo que pone el déficit por encima del conflicto. III. Bc. Brenner, Arlow y Rangell: teoría moderna del conflicto y teoría estructural contemporánea Brenner y Arlow ampliaron la noción de Freud de la formación psíquica que surge del conflicto entre las estructuras de la mente: ello, yo y superyó. Propusieron que casi todos los resultados psíquicos, es decir, los sueños, síntomas, fantasías, carácter y asociaciones libres son producto de un conflicto. Incluso el superyó, en opinión de Brenner, es una formación de compromiso o conjunto de formaciones de compromiso. En palabras de Brenner: “Todo en la vida psíquica […] es una formación de compromiso […], una combinación de la gratificación de derivados pulsionales […] de displacer en forma de ansiedad y afecto depresivo […], las defensas que funcionan para minimizar el displacer y el funcionamiento del superyó […]. Ningún pensamiento, ninguna acción, ningún plan, ninguna fantasía, ningún sueño o síntoma es simplemente uno u otro. Todos los comportamientos, sentimientos o pensamientos se determinan de múltiples maneras por todos los ellos…” (en: Richards, Willick, 1986, pp. 39-40).

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