Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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Hartmann se centraron en las características del yo y en su defensa contra el ello en el proceso de adaptación a la realidad externa, Klein sondeaba las profundidades del mundo interno y su interacción con el mundo externo, ampliando la visión de Freud del superyó. Es interesante observar la divergencia entre los psicólogos freudianos del yo y los seguidores freudianos de las relaciones objetales en varios artículos escritos durante los años cincuenta. Primero, en 1952, en el Congreso Psicoanalítico Internacional se celebró un simposio sobre “Las influencia mutua en el desarrollo del yo y el ello”. En esa ocasión, Klein afirmó: “Puesto que el desarrollo del yo y del superyó está ligado a los procesos de introyección y proyección, también están inextricablemente unidos desde un comienzo. Como además su desarrollo está vitalmente influido por los impulsos instintivos, las tres regiones de la mente están desde el comienzo de la vida en una íntima interacción. Me doy cuenta de que al mencionar las tres regiones de la mente me aparto del tema en discusión, pero mi concepción de la temprana infancia hace imposible considerar exclusivamente las influencias mutuas entre el yo y el ello” (Klein, 1952, p. 59). Por tanto, cuando la psicología del yo se centraba en la relación del yo con el ello y su adaptación al mundo externo, la teoría de relaciones objetales de Klein se centraba en la relación del yo con el superyó y en cómo esta relación estaba determinada por la conexión formativa entre los impulsos instintivos y los objetos internos del superyó. Varios años después, David Rapaport (1957) hizo un comentario sobre esta diferencia: “Desde la introducción de la teoría estructural de Freud, el interés teórico se ha centrado en la psicología del yo y ha descuidado la exploración del superyó” (Rapaport, 1957/1977, p. 686). La teoría de Klein despuntó en su artículo de 1928, titulado significativamente “Primeros estadios del conflicto de Edipo”. Klein hizo referencia al concepto del complejo de Edipo de Freud como un “conflicto” y teorizó que este complejo que para Freud se originaba en la etapa fálica, entre las edades de 3 a 5 años, tiene complejos precursores en las etapas psicosexuales anteriores centradas en cuestiones orales y anales. Para Klein, el complejo de Edipo comienza en el primer año de vida y no hay una etapa “pre-edípica” o “pre-conflictiva”. Esto plantea importantes problemas conceptuales. Por ejemplo, el complejo de Edipo hace referencia a cualquier estructura de relaciones triangular, ya que desde el momento en que el bebé reconoce al padre junto con la madre, hay un triangulo. Sin embargo, Hannah Segal (1997) señala que tan pronto como el bebé toma la decisión organizacional de separar las buenas experiencias de la madre de las frustrantes, se crea un triangulo entre el bebé y una mamá buena y mala. Esta forma de organización, que Klein llama Spaltung (del alemán, escisión o clivaje), es una de las vías primarias que tiene la psique temprana (y posterior) de gestionar el conflicto. La escisión de los objetos en dos partes, o la división de los objetos entre objetos “buenos” y objetos “malos”, son formas primarias de organizar el mundo. Las funciones de la escisión se unen a la identificación proyectiva, que en la fantasía se desprende de los elementos incompatibles de la mente y los proyecta del mundo interno al externo.

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