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II. D. OTRAS CONTRIBUCIONES TEMPRANAS DE INFLUENCIA INTERNACIONAL Hermann Nunberg (1932) se refiere a la utilidad de la asociación libre para vincular el contenido manifiesto de los sueños con el contenido latente, convirtiéndose así en un material fundamental para la interpretación de los sueños. Además, señala que la asociación libre también puede manifestarse como una resistencia: el paciente no puede detener su comunicación, no puede permitir el silencio, ya sea por temor al silencio o para “controlar al analista”, evitando así la respuesta del analista y, de ese modo, impidiendo una posible profundización en el proceso asociativo. Dos destacadas analistas de la primera infancia, Melanie Klein y Anna Freud , coincidieron en que los niños pequeños no pueden “asociar libremente” de forma verbal, porque su lenguaje y su capacidad de autorreflexión no están suficientemente desarrollados. Sin embargo, sus perspectivas respecto al juego infantil con objetos en relación con la asociación libre diferían: M. Klein (1926, 1927) sostenía que el uso de la técnica del juego espontáneo de los niños podía corresponder al método de asociación libre en los adultos para acceder al ámbito inconsciente, como demostró en su trabajo. El simbolismo inconsciente de los sueños era aquí sustituido y expresado mediante el juego simbólico con los objetos-juguete. En su obra posterior, Klein lo expresa con mayor claridad: “…desde el principio el niño expresó sus fantasías y ansiedades principalmente jugando, y al aclararle consistentemente su significado, apareció material adicional en juego. […] Este enfoque corresponde a un principio fundamental del psicoanálisis: la libre asociación.” (Klein 1955, p. 123). Anna Freud (1936), quien procedió a refinar aún más la teoría estructural y el conflicto estructural de su padre, no consideraba el juego infantil como un equivalente simbólico de la asociación libre. En “El yo y los mecanismos de defensa” (1936) presentó una visión modificada de lo que los analistas pueden esperar aprender de un paciente adulto que intenta cumplir con la regla fundamental. Como una extensión lógica del descubrimiento de Freud sobre la importancia primordial de los conflictos psíquicos inconscientes y de su insistencia en la necesidad de analizar las resistencias, ella afirmó: “No es la sujeción a la norma analítica fundamental en sí lo que entonces nos interesa, sino el conflicto para su aplicación.” (A. Freud 1936, p. 15). Haciendo eco de la advertencia de Freud sobre limitar el “pacto analítico” a individuos no psicóticos, Paul Federn (1934), al escribir sobre la psicosis, señaló el peligro del uso liberal de la asociación libre en un “paciente pre-esquizofrénico”, ya que podría debilitar su ya tenue conexión con la realidad. Harry Stack Sullivan , quien al inicio de su carrera elogió el método de la asociación libre como su técnica preferida para estudiar la secuencia subjetiva de los acontecimientos (Sullivan 1938), se volvió gradualmente más reservado respecto a su aplicabilidad en pacientes gravemente perturbados, con quienes sentía que la asociación libre interfería con la comunicación
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