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Edipo, por ejemplo, sino entre la búsqueda de la verdad y la ignorancia de la verdad, entre Tiresias – el vidente que sabe la verdad – y Edipo. Bion desarrolla su teoría sobre el conflicto en sus libros Aprendiendo de la experiencia (1962b) y Elementos de psicoanálisis (1963), donde escribe que hay tres tipos de vínculos que uno puede hacer con un objeto: L (del inglés, Love , amor), H (del inglés, Hate , odio) y K (del inglés, Knowledge , conocimiento). L (amor) y H (odio) son los aspectos tradicionales del complejo de Edipo; K (conocimiento) es la conceptualización adicional de Bion. En este caso, Bion conceptualiza un mundo de anti-vínculos que está dominado por el gran conflicto de las funciones mentales entre K y menos K; entre el deseo de crear vínculos y saber y el deseo de atacar vínculos y no saber, que se correlacionan con los instintos de vida y muerte. Bion crea una relación análoga entre los conflictos instintivos (Freud y Klein) y los conflictos mentales entre K y menos K. Esto se hace patente en el artículo de Bion, “Notas sobre la teoría de la esquizofrenia”, donde reinterpreta el complejo de castración de Freud, es decir, el temor a la pérdida de los genitales, como algo que también ocurre en el yo, donde, según el punto de vista desarrollado en Aprendiendo de la experiencia y Elementos del psicoanálisis , la castración de las funciones mentales del yo conectadas con el pensamiento se efectúa con menos K. A medida que Bion desarrollaba su teoría, el conflicto entre K y menos K se fue expandiendo hasta convertirse en una categoría más amplia de la verdad contra la mentira. Esto, a su vez, se vincula con el concepto de experiencia de Bion (Bion, 1959, 1962b). La experiencia se convierte en un crisol para la verdad en función de la habilidad o capacidad de la persona de tener, involucrarse y sufrir la propia experiencia. La razón, para Bion, no es la verdad; la experiencia es lo que da significado a la experiencia emocional del individuo. El trabajo inicial de Bion se centra en desarrollar la capacidad de pensar en la experiencia emocional del individuo, mientras que su trabajo posterior se centra en el hecho de poder tener una experiencia emocional o, paradójicamente, de ser capaz de experimentar la propia experiencia. Bion (1965, 1970) distingue este estado K con el símbolo O. K representa el conocimiento de la propia experiencia, mientras que O significa el nivel más profundo de lo que somos que nunca puede ser plenamente comprendido por la mente consciente, pero puede ser experimentado. O representa lo desconocido. El conflicto es entre K y O, entre el ser y el conocimiento (Taylor, 2011; Tabakin, 2015). El conflicto del pensamiento bioniano posterior es sobre aquello que pertenece a lo conocido y lo desconocido, a la certidumbre y la incertidumbre. La postura analítica de Bion hacia el cumplimiento de su estética clínica de emergencia plantea la necesidad de crear una nueva postura del analista. Al ampliar las ideas técnicas de Freud (1912) de la atención flotante y la aceptación objetiva de lo que sea que traiga el material del paciente, Bion propone desarrollar otra mentalidad, abierta a la ensoñación, que requiera que los elementos “conocedores” implicados en la memoria y el deseo queden suspendidos (o flotantes), para que el analista pueda alcanzar un estado de “capacidad negativa” que, según el poeta Keats,
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