Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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réplicas” (Blum, 1996, p. 1156; también Novick y Novick, 1994). Al abordar la conceptualización de la Nachträglichkeit en el Hombre de los Lobos, Blum (2011) escribe: “El concepto de Freud (1918) de ‘la acción diferida’ o ‘après coup’ podría entenderse mejor no como una experiencia que se vuelve traumática en una etapa posterior del desarrollo, sino como una transformación de la confluencia, influencia y significado del trauma pasado y presente (Blum, 2008, 2009). El trauma preedípico del Hombre de los Lobos puede haber tenido tanta o más influencia en la estructura psíquica y el conflicto que el trauma edípico posterior formulado en la reconstrucción pionera, y sin embargo fantasiosa, de Freud…” (Blum, 2011, p. 609). Blum (1996) también contempla una interacción de la fantasía edípica determinada por el desarrollo y el trauma preedípico: “Sin embargo, se suponía que la fantasía soñada del Hombre Lobo transformaba un recuerdo preedípico no traumático anterior en un nuevo trauma. El desarrollo aquí tiene lugar en gran medida en un mundo de fantasía, separado de la vida del niño. La realidad psíquica perdurable del sueño se volvió más importante que las experiencias pasadas reales o su recuerdo, los constantes cambios del desarrollo o la experiencia patógena actual” (p. 1154). Estudios clínicos longitudinales en niños que volvieron a ser analizados en la adolescencia y la juventud investigaron y elaboraron la interacción entre el trauma y la fantasía inconsciente desde el desarrollo temprano hasta la edad adulta (Papiasvili y Blum, 2014, 2015). En muchas ocasiones, los sucesos traumáticos narrados por uno de los padres del niño no eran recordados sino representados (“ enacted ”) en la terapia de juego con títeres, más tarde con dibujos y, posteriormente, simbolizado en pesadillas y sueños y enacted en la transferencia a la edad de 19-21 años. Cuando se analizaba la pesadilla-sueño y el enactment transferencial, se abría la puerta a una segunda significación del suceso y su historización, aunque el suceso en sí mismo no fuera recordado. En el trabajo clínico se hizo evidente la complejidad de la mediación de la Nachträglichkeit entre los sucesos y las experiencias, que acabó ilustrando cómo los sucesos se convierten en experiencias y adquieren un significado traumático, no tanto en el momento en que suceden, sino en los recuerdos y en su reconstrucción después de cierto retraso. Los referentes principales de las reconstrucciones se encontraron en las huellas prehistóricas dejadas en ausencia de un representante psíquico propiamente dicho. Psíquicamente, estas huellas no tenían un significado; para adquirir un significado, tenían que situarse en el contexto de una narración que siempre llegaba después del hecho. Los hallazgos coincidieron con la declaración de Gerhard Dahl: “La Nachträglichkeit implica manifiestamente la acción de una fuerza, similar a la compulsión de repetir, que busca simbolizar la extrañeza y confusión de la experiencia original, ya sea como un suceso real que no se entendió o como una escena difusa del proceso primario, para que posteriormente [la nachträglichkeit], de acuerdo con el principio de realidad, pueda estructurarse, pensarse, entenderse y quizás también dominarse” (Dahl, 2010, p. 740). En una revisión exhaustiva de los estudios transculturales, Joann K. Turo (2013) destacó dos vectores temporales de la Nachträglichkeit freudiana: la revisión retroactiva y el aplazamiento. En su opinión, la acción terapéutica del psicoanálisis, a diferencia de las psicoterapias, radica “en el proceso psicoanalítico de convertir, en la repetición

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