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relación recíproca” (Sandler 2005, p. 160). Sandler destaca el continente-contenido cuando lo define como una “función de la personalidad”, así como un “elemento del psicoanálisis”, siendo una forma de relación “desde el inicio de la vida, que hace posible el crecimiento emocional y el crecimiento del proceso de pensamiento”, a través del cual “se obtiene el sentido”, convirtiéndose así en “equivalente del pensar mismo” (ibid., p. 160). Sandler considera que el modelo continente-contenido es el concepto más desarrollado de la teoría del pensamiento de Bion, históricamente inspirado en las numerosas conceptualizaciones dinámicas y clínicas del desarrollo de Freud (1895, 1900, 1911, 1915, 1926, 1933, 1937), al mismo tiempo que es heredero de la teoría de la proyección identificativa de Melanie Klein. A continuación, se presenta una definición abarcadora del concepto en su desarrollo, incluyendo múltiples aspectos de su utilización actual en la teoría psicoanalítica y en situaciones clínicas.
II. ORÍGENES DEL CONCEPTO
En “La interpretación de los sueños”, Freud (1900) presenta sus concepciones sobre el desarrollo de la habilidad de pensar, a partir de la experiencia del hambre (necesidad somática) vivida por el infante, que culmina con la experiencia de satisfacción provista por un agente externo, abriendo paso a la percepción de la nutrición, cuya imagen mnémica queda asociada, de ahora en adelante, con la huella mnémica de la excitación generada por la necesidad: El niño hambriento grita y patalea sin parar… hasta que por un medio cualquiera –en el caso del niño, por un auxilio ajeno– se puede llega al conocimiento de la “experiencia de satisfacción”, que suprime la excitación interior. (Freud, 1900, p. 565). La conexión entre la experiencia de privación y el recuerdo de la experiencia de satisfacción mueve la psique hacia la recatectización de la imagen mnémica de la percepción y la re-evocación de la percepción misma, con el fin de restaurar la satisfacción original, que corresponde al deseo. La reaparición de la percepción es el cumplimiento del deseo, la catectización de la percepción; es decir, una forma primitiva de satisfacción por alucinación, según los procesos primarios. El concepto bioniano de contención está relacionado, siguiendo el modelo freudiano, con los procesos secundarios que evolucionan desde la “identidad perceptiva” sensorial (elementos crudos, sin simbolizar, “beta”) hasta la “identidad del pensamiento” (elementos oníricos con calidad simbólica, conectados a los sentidos, vía condensación, desplazamiento, representatividad y elaboración secundaria, análoga a los elementos “alfa”). En definitiva, la función contenedora abarca el desarrollo desde un aparato
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