Sofía Reflexiones Enero 2025

curiosas. La primera de ellas era ¿qué cómo era Satanás? Ella respondió que al Diablo no se le puede ver, porque es tan feo que si uno lo ve de inmediato se muere. Pero ¿Usted lo vio? Fue la pregunta inmediata. A lo que doña Rosario respondió: Yo no lo ví, únicamente observé su látigo grandote y brillante cuando le pegaba a las ánimas y no logré verlo porque estaba rodeado por los espíritus malignos que andan pululando por el mundo y buscando la perdición de las almas. De esta explicación, se podía sacar como conclusión que Sata- nás necesitaba una protección parecida a la de los dictadores de América Latina -como los Somoza en Nicaragua- cuando salen a la calle. La avalancha de preguntas continuo. Le preguntaron ¿por qué no hizo nada?, porque de acuerdo a la Constitución y las leyes de las leyes de la República no se puede tratar a nadie como Satanás trata a las ánimas en pena y que ella debería avisar a la policía para que si no pueden atraparlo, por lo menos agarren a balazos a ese torturador. Doña Rosario sin saber que responder y visiblemente molesta por el interrogatorio exclamó: ¨¿por qué mejor no se ponen una sotana y me confiesan?¨; a lo que le respondieron que sí. Entonces comenzó a vociferar que la juventud estaba mal edu- cada, que era muy incrédula y que iba a buscar a la maestra de cada uno de ellos para ir personalmente a darle las quejas. Uno de los muchachos golpeándose el pecho con fuerza le contestó: ¨Oiga, como nos suena el corazón del terrible susto que sus palabras nos originan¨ La vieja después de esa burla no aguantó más y se fue lanzan- do una profecía maléfica: ¨a todos ustedes se los va a llevar el diablo por incrédulos¨ Continuará en la siguiente entrega

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