Revista Vivienda Infonavit Año 4, Núm 1 (Noviembre 2020)

Características de la vivienda inclusiva

la comunidad inmediata. Más aún, cuando una persona debe aislarse por sospecha, confirmación de estatus de portador o desarrollo de la COVID-19, se han tenido que encontrar maneras de que esto no afecte al resto de habitantes. No obstante, la realidad es que, en la mayo- ría de las casas enMéxico, no hay disponibilidad de un baño que pueda usar exclusivamente la persona que debe aislarse o una habitación en la que pueda evitar la interacción con otras y otros. El resultado es que, pormás que sus integrantes adoptenmedidas de autocuidado e higiene, la falta de una vivienda adecuada para el cuidado de la salud constituye un riesgo común. ► La discriminación y violencia por género se ha acentuado como consecuencia del confinamiento. Históricamente, las mujeres han asumido las tareas

una infraestructura adecuada permite que este líquido llegue de forma constante y tenga las características de salubridad adecuadas para los diversos usos. Las casas en zonas urbanas populosas, enámbitos rurales precarizados o enasentamientos irregulares no sólo podríanno contar conflujo constante de agua, sino incluso carecer de cone- xióna las vías de suministro. Conello, en las viviendas los contagios podríandiseminarse en vez de frenarse. ► Todavía en el siglo pasado se consideraba que las casas deberían incluir espacios particulares o comunes para la recreación, la cultura y el esparcimiento. Así, por ejemplo, hasta la década de 1970 enMéxico, muchas unidades habitacionales construidas por el Estado incluían tanto lamaterialización de patios interiores o jardines donde las familias podían tener pequeños huertos, exponerse

Las siguientes son algunas de las que considero las principales características de una vivienda inclusiva, apta para la protección de la salud frente a crisis sanitarias que amenazan con convertirse en sello de nuestra cotidianidad:

Puede ser considerada por todas y todos sus habitantes como el espacio para la coe- xistencia, el desarrollo de sus identidades y el fortalecimien- to de su sentido de la autono- mía y la cooperación para el autocuidado y el cuidado de la salud de las otras personas.

Está adecuadamente integra- da con el entorno. No repre- senta riesgos por su ubicación, protege a sus habitantes de los desalojos forzados y per- mite que las personas que la habitan realicen de manera

Cuenta con espacios ade- cuados para el acceso de las personas al juego, ejercicio, recreación y bienes cultura- les, de manera particular para niñas, niños y jóvenes. Conlle- va observar a los derechos a

de cuidado y apoyo hacia niñas y niños, personas con discapacidades temporales o permanentes, personas mayores o con condiciones de salud particulares. Dada la complejidad de todas las actividades que el día de hoy realizamos en casa, incluso demanera no consciente ni deliberada, se podría añadir una triple y hasta cuádruple jornada laboral sobre ellas. ► La pandemia ha significado una revolución para el mundo del tra- bajo, generando afectaciones mayo- res a los derechos laborales en vista de la puesta en suspenso de la gran mayoría de las actividades económi- cas. Muchas personas han perdido sus empleos, disminuido sus ingre- sos, visto cambiados sus regímenes de contratación o perdido las inversio- nes ennegocios pequeños ymedianos. Esto se ha enlazado con la crisis de la vivienda, porque esasmismas perso- nas han dejado de pagar sus rentas, sus hipotecas o, incluso, se han visto

al sol y al aire fresco, así como desarro- llar deporte y actividades lúdicas en general. También se habilitaban zonas próximas de uso común, áreas verdes, foros al aire libre o bibliotecas públicas (Sánchez, 2012). Esta tendencia se ha interrumpido y la precarización de la vivienda la ha reducido a sus utilida- des mínimas; por ello, el derecho a la recreación, cultura y esparcimiento se ha rebajado —como otros dere- chos sociales—a servicios opcionales supeditados a la posesión de recur- sos para pagarlos. Ahora que las y los integrantes de la familia están confi- nados en casa, estos recursos serían de importancia superlativa para con- tribuir a la salud física ymental de sus integrantes. Hacia una vivienda inclusiva para y después de la contingencia por la COVID-19 Como señaló el Comité de Derechos

sencilla las tareas que conllevan interac- tuar con otras y otros en el entorno cerca- no, tales como adquirir bienes esenciales, acceder a servicios médicos o escuelas, sin dificultades ni la necesidad de apartarse mucho de la casa.

la recreación y la cultura como derechos sin más, fundamentales para la conserva- ción de la salud física y mental de quienes podrían convivir durante tiempos prolon- gados por el confinamiento.

El espacio no es un vacío. Esta siempre lleno de políticas, ideologías y otras fuerzas que dan forma a nuestras vidas y que nos retan a comprometernos en la lucha por la geografía

Permite que las personas se protejan de las posibles afec- taciones a su calidad de vida y seguridad humana originadas en el exterior, pero también posibilita que las interacciones cotidianas se realicen libres

Permite el cuidado y autocui- dado de la salud de las per- sonas que podrían ingresar de manera eventual para proveer servicios, atención médica, tra- bajo del hogar o apoyo y cuida- dos. Por ello es preciso facilitar

Cuenta con la infraestructu- ra necesaria para garantizar de manera permanente el derecho al agua potable y, en consecuencia, la higie- ne y sanitización del espacio común. También cuenta con

de violencia y discriminación, incluso por períodos prolongados de confinamiento. Esto implica que debe contar con espacios comunes para facilitar el diálogo y zonas particulares donde cada una o uno pueda reservar su intimidad, lo cual desafía la lógica de la vivienda precaria y reducida a mínimos vitales, o la amenaza de los desalojos forzados.

espacios y aditamentos para la interacción controlada y con sana distancia tanto entre las y los habitantes de la casa, como con las personas externas, así como también la posibilidad de generar un ambiente de confianza para dialogar el estado de salud de cada persona y sus riesgos de contagio.

las facilidades para que la casa esté conec- tada al drenaje y se tenga la posibilidad de disponer de los desechos orgánicos e inorgánicos de manera regular y segura (OMS y Unicef, 2020).

Toma en cuenta las opinio- nes de todas y todos para organizar la distribución del espacio, las tareas cotidianas —que pueden incluir cuidado y apoyo para ciertas perso- nas— y aquellas emergentes,

Permite que, en caso de reque- rirse, las personas puedan continuar desarrollando sus trabajos a distancia, manufac- turando productos o brindando servicios, de tal forma que no se interrumpa la percepción de

Responde a las necesidades de las personas en contextos de movilidad humana, como migrantes y personas despla- zadas, tanto de manera volun- taria como forzada, quienes podrían no estar familiariza-

forzadas a abandonar sus casas o mudarse a localiza- cionesmásmodestas o con familiares. Aún no es posible cuantificar la magnitud de los desalojos forzados y las personas que terminarán en situación de calle, pero por el momento son diversos los movimientos de personas que se están organizando para promovermedidas legis- lativas que les permitan conservar sus casas en ausencia de ingresos para costearlas (Helfand, 2020). ► Una de las medidas fundamentales para evitar enfer- mar de la COVID-19 es el lavado frecuente demanos y la sanitización constante de los espacios comunes. Ambas acciones implican contar de manera permanente con la cantidad de agua suficiente. Hay una relación intrínseca entre el derechoa laviviendayel derechoal agua, dadoque

Humanos de las Naciones Unidas a inicios de 2020, el principal obstáculo para garantizar el acceso a la vivien- da adecuada no radica en el marco normativo, ya que la mayoría deEstados han incorporado la visión compleja de este derecho, articulado por libertades individua- les y por la relación con otros derechos. Más bien, los obstáculos se encuentran en la inexistencia demedidas positivasdirigidas aacortar labrecha entredichoestándar normativo y los contextos reales de desigualdad que definen las posiciones de los grupos históricamente discriminados (ONU, 2020a). Por esta razón, el derecho a la no discriminación se convierte enuna herramienta para lograr el acceso de todas las personas a la vivienda en condiciones dignas, seguras y armónicas, tanto con

relacionadas con la protección común de la salud, lo que puede implicar cambios en las rutinas individuales y colectivas, siem- pre permitiendo la libre expresión de las opiniones de quienes allí viven. Esto signi- fica evitar, al interior, prejuicios y actitudes como la misoginia, el adultocentrismo, la homofobia, el clasismo o el racismo.

ingresos. Esto implica proveer a la vivienda de conectividad a internet y de la posibi- lidad de adaptar el entorno de tal forma que se pueda conciliar la vida familiar y la vida laboral, evitando que los gastos para estos propósitos tengan que ser absorbidos totalmente por las familias sin apoyo del Estado o las y los empleadores (OIT, 2020).

das con el entorno, la cultura o la lengua local. Esto implica visualizar a la vivienda como un derecho universal que no debe ser restringido por causa del nacimiento, los documentos de identidad o la ciuda- danía, y del cual la persona es titular bajo cualquier circunstancia.

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Vivienda Infonavit • NOVIEMBRE 2020

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