Revista Vivienda Infonavit Año 4, Núm 1 (Noviembre 2020)

se pueden considerar como subcentros. En el caso deMonterrey, en la década de 1960, la calzadaMadero también era un eje de interés, en cuyo largo se asentaban actividades secundarias y terciarias importantes. En el mismomunicipio, las zonas de Obispado, Cumbres y Contry, así como las faldas del cerro de La Silla en Guadalupe y la colonia Del Valle en San Pedro Garza García, fueron los primeros suburbios residenciales cuando la ciudad fue creciendo territorialmente. En la actualidad, la ciudad luce muy diferente. Monterrey ya no es una ciudad monocéntrica, sino que sigue un modelo compuesto. Se trata de una ciudad donde existen varios núcleos de actividad, pero la zona central se mantiene como un área predominante por el número de empleos que concentra por encima del resto de los subcentros. La Figura 5 ejemplifica la ciudad hoy en día.

En 1990, 48 % de los hogares jóvenes se ubicaba entre 8 y 12 kilómetros de distancia del centro. Para 2000, esta concentración se dispersó entre los 10 y 14 kilómetros, repre- sentando 45 % del total. En 2010 este desplazamiento continuó, ahora siendo entre los 12 y 16 kilómetros, donde se encontraba 39 % de los hogares jóvenes (Figura 6).

Figura 6. Cambio de porcentaje de hogares menores a 15 años por anillo concéntrico, observaciones del 2010, menos 1990

La solución a esta compleja problemática social está en una planeación más racional donde los gobiernos municipales, estatales y federal hagan uso de los instrumentos de que disponen para regular el uso de suelo, transporte, construcción de infraestructura e impuestos

Figura 5. Morfología compuesta de la Zona Metropolitana de Monterrey en el año 2019

Fuente: LabSIG del Tecnológico de Monterrey.

En general, se observa que los primeros 12 kilómetros desde el centro deMonterrey han perdido porcentaje de hogares con jóvenesmenores a 15 años, mientras que el resto de la periferia ha visto un incremento en la cantidad de jóvenes. Esto indica una centri- fugación de las nuevas familias, posiblemente a causa de la falta de vivienda asequible para nuevos hogares en las zonas consolidadas de lamancha urbana (Figura 6). Este patrón se puede observar a partir de los censos de 1990, 2000 y 2010; hay una pauta sistemática recurrente observable en al menos las últimas tres décadas, donde los hogares jóvenes se desplazan cíclicamente a la periferia urbana. La explicaciónmás plausible de este fenómeno radica en que la oferta de vivienda asequible se concentra predominantemente en la periferia urbana, donde el valor del suelo esmás económico. Esto también es indicativo de la incapacidad financiera y regulatoria del Estado para impulsar una regeneración del suelo central, con el fin de estimular una oferta de vivienda acorde a las necesidades de los nuevos hogares. Sin embargo, no solamente han sido los hogares jóvenes quienes han encontrado la solución a sus problemas de vivienda primordialmentemudándose hacia la periferia de la ciudad. Aunque la población total de la ciudad incrementó entre 2000 y 2016, la población en general abandonó en estos años la zona cercana al centro en favor de residencias cada vezmás lejanas (Figura 7). Los primeros 11 kilómetros de la ciudad fueron despoblados marcadamente, con una pérdida de 12 % de la población respecto del año 2000. Este sector de la ciudad comprende el centro histórico y se extiende hasta San Pedro Garza García, el inicio de CarreteraNacional, el centro de Guadalupe, el centro de SanNicolás de los Garza y Mitras Centro. Sin embargo, el número de viviendas en este último sector incrementó 11.7 %, indicando que, aunque la población está deshabitando la zona, la construcción continúa, provocando una caída en la densidad de población de lamancha urbana.

Fuente: Elaboración propia con información del Denue del Inegi (2019).

Se observa un corredor en la zona de SanPedroGarzaGarcía que comienza en el cen- tro de estemunicipio y corre rumbo al sureste, entrando parcialmente aMonterrey; una mancha en forma de Y, donde uno de sus extremos se encuentra en el borde con Santa Catarina, otro en la colindancia de SanNicolás y un extremo en el sur deMonterrey con rumbo a Santiago, donde los tres extremos convergen en lo que fue el núcleo de la década de 1960; y finalmente se observan unos núcleos aislados en los otrosmunicipios como en las faldas del cerro de La Silla enGuadalupe, el centro de Santa Catarina, Cumbres, la zonaMitras pegado al centro de SanNicolás y el aeropuerto en elmunicipio deApodaca. En resumen, la forma de la ciudad ha cambiado en las últimas décadas hacia una conformaciónmás compleja de planear en uso de suelo y transporte. Analicemos los impactos de este cambio de forma urbana sobre el empleo y la vivienda en la ciudad. Cambio en la forma urbana Un primer análisis del cambio demorfología en la ciudad procede de estudiar la den- sidad de ubicaciones residenciales de los hogares con población menor a 15 años, ya que éstos son una aproximación a los hogares jóvenes, de reciente formación y de las ubicaciones que eligen para mudar su residencia. La ubicación de este tipo de hogar en el tiempo es un indicador de la reconfiguración del mercado de vivienda, de donde se encuentra la demanda y la oferta de acuerdo con la disponibilidad de suelo urba- nizable o regenerable. Al hacer un análisis de los datos de la poblaciónmenor a 15 años, se puede observar una tendencia del desplazamiento de los hogares jóvenes hacia la periferia de la ciudad.

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Vivienda Infonavit • NOVIEMBRE 2020

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