¿Y el Estado?
Una de las preguntas más cortas y más complejas de responder que recibimos durante todas las sesiones de presentación la formuló Maria Luz Vega, coordinadora de la iniciativa Futuro del Trabajo en la OIT: “¿Y el Estado?” Su pregunta también tuvo eco en la jornada en Barcelona donde se debatió acerca de cómo salvar los servicios públicos de protección social y la misma sociedad del bienestar, en vez de fomentar la privatización y/o mercantilización de esos servicios (ej: los seguros privados, mutuas, etc.) que nos propone WorkerTech . Estas observaciones evidenciaron que en la exploración que hemos realizado acerca del WorkerTech la mayoría de ejemplos presentados llegan del sector privado y/o de iniciativas colectivas por parte de los propios trabajadores. Aunque en el texto completo del estudio sí que se presentan iniciativas estatales y de los sindicatos para adaptarse a estos nuevos escenarios laborales (Estados Unidos, Bélgica, Reino Unido, Escandinavia, etc.) es cierto que en las diapositivas resumen no se mencionan. Por otro lado se abre el interesante debate de cómo distribuir la responsabilidad acerca de asegurar los derechos y cubrir las necesidades de las personas trabajadoras independientes entre todos los actores presentes: estado, plataformas, trabajadores independientes, agrupaciones de trabajadores y los consumidores o los que reciben el servicio. (sea en forma de sindicatos, gremios o proyectos de naturaleza cooperativista). ¿Qué es aquello generalista que requiere de soluciones universales y qué es aquello más de nicho donde soluciones WorkerTech pueden ser más eficientes? ¿Qué tiene más sentido que sea público, mutualizado o privado? ¿Qué responsabilidades sobre los trabajadores podríamos delegar en las plataformas digitales laborales sin llegar a laboralizar la relación? ¿Podría un sistema de “cumpliento alternativo”ser una buena aproximación para experimentar con esta distribución de responsabilidades? Por un lado debemos incorporar de manera más clara en las diapositivas resumen las acciones de los actores tradicionales del mercado laboral. Esta diversidad debe ser abordada mediante taxonomías como las presentadas en el apartado 1.4 de este documento. Estas taxonomías fueron puestas a debate y evaluación en Barcelona y destacamos las siguientes observaciones: • Para evaluar las taxonomías deberíamos preguntarnos “¿cómo pueden nutrir la política pública?” ¿En qué medida nos permiten perfilar las diferentes casuísticas para implementar políticas públicas relevantes y adecuadas? • Las taxonomías presentadas en el documento son complementarias porque aportan diferentes niveles de complejidad y conectan de alguna manera entre ellas. La más completa es la de la RSA (con los 7 perfiles laborales), aunque tiene una visión limitada del trabajo (sólo dos ejes: experiencia laboral y seguridad económica) • Los participantes sugieren nuevas preguntas a responder con las taxonomías, sobre todo para incorporar la experiencia de los trabajadores en cada plataforma. ¿Pueden escoger realmente sus horarios? ¿Qué garantías ofrece la plataforma en términos de protección y seguros? ¿Los precios son fijados por la plataforma o el trabajador? NOTA: esta dirección se acerca al documento de la OIT: “The architecture of digital labour platforms: Policy La importancia de las taxonomías En los debates y presentaciones se ha evidenciado la gran diversidad de plataformas digitales laborales así como la diversidad de situaciones y perfiles laborales que se pueden encontrar.
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