Barrios & Virguez Law Spanish February 2018

CÓMO APRENDEN LOS PEQUEÑOS UN SEGUNDO IDIOMA

Y los beneficios del aprendizaje temprano

Si habla un segundo idioma, tiene la capacidad única de preparar a su hijo para una vida de ventajas. Un segundo idioma no solo beneficia a su hijo en la adultez, sino que aprender otro idioma también fortalece múltiples partes de su cerebro en desarrollo, según la Michigan State University. Es posible que no quiera sobrecargar a sus hijos con dos léxicos, pero esto realmente no es así. Los niños se adaptan rápidamente a dos idiomas. El cerebro es un músculo, y como cualquier otro músculo de nuestro cuerpo, cuanto más se ejercita, más fuerte se vuelve.

Con todas las investigaciones que respaldan los beneficios de enseñarle a su hijo un segundo idioma, podría preguntarse por qué los más jóvenes aprenden idiomas con tanta facilidad. Según NBC News, la respuesta está en la flexibilidad de sus mentes. Los cerebros de los niños se desarrollan en respuesta aestimulantes externos. ¿Sabía que los bebés nacen con la capacidad de distinguir los sonidos de todos los idiomas? A medida que crecen, incluso antes de su primer cumpleaños, pierden esa habilidad.

EL RECORRIDO DE BRYAN

Bryan es nuestro asistente legal en Barrios & Virgüez, y su compasión y capacidades lo han convertido en un miembro valioso de nuestro equipo. Después de que un amigo de la iglesia le sugiriera que Barrios & Virgüez podría ser un buen lugar para él, Bryan comenzó su recorrido aquí, y nos consideramos afortunados de tenerlo. Si bien gran parte de su tiempo está dedicado a la firma, Bryan también estudia en Georgia State University y se hace el tiempo para aprender fuera del trabajo y las clases. “Me gusta fijarme proyectos”, explica Bryan. “Lo que sea que me interese, lo estudiaré hasta que lo domine y confíe en mi experiencia. Dibujar, componer música, me lanzo de cabeza”. Le interesaban las computadoras, por lo que Bryan investigó, ahorró y construyó la suya propia. “En este momento, estoy tratando de aprender programación”, dice. “Como es algo sobre lo que no conozco mucho, me llevará algo de tiempo. No soy un experto ni nada de eso, solo me interesa y quisiera aprender”. Por si no quedara claro, la pasión y el empuje de Bryan lo hacen un excelente candidato para nuestra firma. Desde que vio a sus padres obtener su residencia (su madre es de México y su papá es de Guatemala) hasta observar los desafíos de otros en nuestra experiencia de comunidad inmigrante, Bryan siempre se ha interesado por la ley y se esfuerza por ayudar a nuestros clientes a encontrar soluciones a sus, con frecuencia atemorizantes, problemas. Cuando se le pregunta acerca de su parte favorita del trabajo, Bryan dice: “Puede sonar mal, pero mi parte favorita de un caso es el final. Ahí es cuando vemos que nuestro cliente finalmente obtiene su tarjeta de residencia, se aprueba su solicitud o el caso se resuelve a su favor. Es el momento en que vemos que todo por lo que han trabajado, por lo que hemos estado luchando en su nombre, se resuelve... el momento en que dejan de estar aterrorizados. Ya no tienen que vivir con miedo. Ser testigos de esa resolución es la mejor parte”.

Los niños pueden asimilar los sonidos, la entonación y la estructura del lenguaje con más facilidad que los adultos que tienen que memorizar minuciosamente las estructuras verbales y la gramática. Los niños menores de 8 años están especialmente preparados para aprender un nuevo idioma gracias a los músculos flexibles del habla y del oído. A medida que adquieren nuevas palabras, aumentan su capacidad para concentrarse en una cosa o cambiar sus respuestas, una habilidad llamada flexibilidad cognitiva. Cuanto más pueda exponer a su pequeño a diferentes sonidos durante su primer año de vida, más captarán esos sonidos a medida que su cerebro crea nuevos circuitos neuronales. Si habla un segundo idioma y tiene un hijo en casa, ahora es un buen momento para compartirlo con él. Su hijo está especialmente preparado para aprender nuevos sonidos y palabras, con el beneficio adicional de aprender su patrimonio cultural. Si está listo para enseñarle a su hijo un segundo idioma, estas son algunas formas de incorporar palabras nuevas. 1. Tómese el tiempo de hablar con su hijo en un segundo idioma durante los momentos de juego. Las investigaciones demuestran que los bebés requieren de interacción personal para aprender, por lo que no es suficiente encender el televisor en otro idioma. 2. Aumente el vocabulario al brindarle opciones en un segundo idioma. Pruebe con preguntas como “¿Quieres jugo o leche?” o “¿Quieres jugar en los columpios o junto al árbol?”. 3. Busque un grupo de intercambio de idiomas o una guardería bilingüe para aumentar la exposición de su hijo a un segundo idioma. Si no conoce un segundo idioma pero desea darle una ventaja a su hijo, pueden comenzar a aprender nuevas palabras juntos. ¡Sería muy divertido que aprendiera un segundo idioma junto a su familia!

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