Un susto puede romper en segundos años de confianza. Es el abrazo que lo traerá de vuelta a ti si, en un momento de páni- co, logra escapar. Es el gesto de amor más responsable que podemos tener. Cuando el Cielo Explota: Sé Su Calma. Llega la noche y empiezan los sonidos. Es tu momento de brillar. Tu tranquilidad es su tranquilidad: Ellos son esponjas de nuestras emociones. Si tú estás ansioso o le hablas con voz lastimera, sentirán que hay razón para temer. Actúa con normalidad, háblale con calma, juega tranquilo. Tu rutina serena le dice: “Aquí conmigo, estás a salvo”. Respeta su miedo: Nunca, por nada del mundo, lo forces a “enfren- tarlo” sacándolo al patio o asomándolo a la ventana. Si busca refugio bajo la cama o en el closet, déjalo. Está usando su instinto para sentir- se seguro. Tu respeto por su escondite es un acto de profundo amor. Distrae su mente con sabrosura: Un juguete interactivo con algo delicioso en su interior (como un kong con pasta de maní) puede ser un salvavidas. Lamer y concentrarse en obtener comida libera hormonas de bienestar y puede ayudarle a pasar el mal rato. Reconocer Cuándo Tu Amor No Es Suficiente (Y Está Bien) El amor lo puede casi todo, pero a veces el pánico es una ola que los ahoga. Si ves que tu compañero tiembla sin parar, babea en exceso, se hace daño arañando puertas o intenta huir de manera desesperada, eso ya es más que susto. Es un ataque de pánico que necesita ayuda profesional. No es una falla tuya. Yo, como veterinario, puedo ayudarte con soluciones como fero- monas calmantes, suplementos o, en casos necesarios, medicación segura y específica para ellos. Por favor, nunca le des medicamentos tuyos: lo que nos calma a nosotros puede ser un veneno para ellos. Estas fiestas, mientras celebramos, recordemos que para ellos el mundo se vuelve aterrador. Con tus manos preparando su refugio, con tu voz serena y tu presencia constante, puedes transformar el miedo en confianza. Porque su bienestar no es sólo una responsabilidad, es el lenguaje más puro de nuestro amor incondicional. Con cariño y por las patitas que cuidamos, Un veterinario que también es tutor.
Made with FlippingBook Ebook Creator