Revista Vivienda Infonavit Año 5, Num 1 (Junio 2021)

ocupen áreas de alto riesgo; y, en casos donde sea nece- saria su ocupación, asegurarse de que se consideren las medidas de prevención correspondientes, 7 cumpliendo con los reglamentos de construcción y demás leyesmuni- cipales, estatales y federales. Reglamentos de construcción Para satisfacer la necesidad de la población de contar con viviendas seguras y económicas, con el paso de los años se han perfeccionado las técnicas de construcción, así como las disciplinas de la arquitectura y la ingenie- ría civil, logrando tanto el aprovechamiento óptimo de materiales como la mejora de las especificaciones de construcción. Dada la trascendencia de contar con soluciones que resuelvan las necesidades mínimas de habitabilidad y funcionalidad, así como cumplir con niveles de seguridad, a costos aceptables para la población, las autoridades han reunido los requisitos legales y técnicos en documentos oficiales conocidos como reglamentos de construcción, así como en normas o estándares de calidad de materiales. EnMéxico no existe un reglamento de construcción nacional, pues el artículo 115 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos faculta al municipio para otorgar licencias y permisos de construcción (inciso f de la fracción V), indicando que el municipio “expedirá los reglamentos y condiciones administrativas que fuesen necesarios”. Sin embargo, la granmayoría de los municipios del país carecen de reglamento de construc- ción, ya que, del universo de los 2469 municipios (en 2021), solo existen aproximadamente 320 (Cenapred, 2021). Esto da lugar a uno de los mayores problemas en la seguridad de las viviendas de nuestro país, que es la construcción sin diseño estructural ni supervisión de profesionistas (autoconstrucción). En cada evento catastrófico se ha constatado cómo las viviendas de autoconstrucción son las que sufren los mayores daños y llegan a provocar pérdida de vidas humanas, mientras que las construcciones que cum- plen con un reglamento, si bien pueden sufrir daños en eventos como sismos o huracanes, manifiestan daño menos crítico que puede ser reparable a un costo acep- table (Meli, 2010). Ya que la mayoría de los municipios del país no cuentan con reglamento de construcción, las empresas desarrolladoras de vivienda o los particulares recurren, para el diseño, a códigos reconocidos, principalmente al Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal (RCDF) y, para estimar las acciones de diseño por viento y por sismo, a nivel nacional se consulta el Manual de Diseño de Obras Civiles (MDOC) de la Comisión Federal de Electricidad (CFE, 2008 y 2015), que incluye datos actualizados de velocidades de viento y sismicidad para todo el país.

Otro documento usado en el medio es el Código de Vivienda elaborado por la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi, 2017), que, sin tener el mismo carác- ter legal de un reglamento de construcción, sí puede ser exigido por organismos de financiamiento de vivienda, así como ser referenciado o adoptado por autoridades locales. Dicho código se basa en los manuales de la CFE para las acciones de diseño como el sismo, y en las nor- mas técnicas complementarias (NTC) del RCDF para el diseño estructural. La responsabilidad de la seguridad estructural de una vivienda recae en la o el dueño, por ello debe ser dise- ñada por personas profesionales. Por ejemplo, el RCDF señala que, en caso de presentar daños estructurales, el propietario o poseedor debe reportar los daños y está obligado a llevar a cabo las obras de refuerzo (artículos 178 y 179), y los responsables de las construcciones que presenten daños deberán gestionar la constancia de seguridad estructural por un corresponsable en segu- ridad estructural. Uso potencial y aplicaciones del ANR En la agendanacional de la proteccióncivil, la prevención de desastres tiene una gran relevancia debido a la diver- sidad de fenómenos potencialmente desastrosos. Por ello se reconoce la importancia de establecer estrategias y programas de largo alcance. Con esta filosofía es que se ha desarrollado y se mantiene actualizado el ANR, que permite realizar consultas y análisis a nivel regional y local, en lo referente a la susceptibilidad, peligroy riesgode varios fenómenosnaturales yantropogénicos quepueden generar condiciones de riesgoode desastre; coadyuvando en las diferentes etapas de la gestión integral del riesgo, el desarrollo urbano y el ordenamiento territorial. Una característica que se consideró para hacer fácil- mente entendible la información del ANR es el uso de una escala de colores que guarda relación con los niveles de susceptibilidad, peligro o riesgo, facilitando la lectura y espacialidad de los datos. Amanera de ejemplo y para mostrar alguna de las aplicaciones del ANR, a continua- ción se presenta la aplicación de una de sus herramientas que ha resultado de gran interés para la población.

La susceptibilidad, definida por el grado de importancia de los principales variables que determinan la posibilidad de que se produzca la inestabilidad de laderas, depende principalmente de la geología, la topografía, el uso de suelo y la vegetación, cuyo grado de importancia se determinó con 222 casos documentados por el Cenapred, de 1999 a 2017, y se procesómediante un sistema de información geográfica (Figura 1).

Figura 1. Mapa Nacional de Susceptibilidad por Inestabilidad de Laderas

Fuente: Cenapred (2015).

El mapa muestra las zonas o regiones donde hay, o no, condiciones para que se produzcan fenómenos de inestabilidad de laderas, por lo que se pueden identificar con antelación, las zonas con mayor propensión a deslizamientos, lo que resulta de gran utilidad para autoridades de ProtecciónCivil —y la población en general—, permitiendo tomar alguna acción de prevención, o bien, orientar el ordenamiento del territorio. Este fue el caso del municipio deHuauchinango, Puebla, en el que, a solicitud de la Sedatu, el Cenapred analizó 704 viviendas ubicadas sobre, o cerca de, laderas con propensión a inestabilidad (Figura 2); el resultado fue que 40 % de dichas viviendas (Cenapred, 2021) se ubicaban en zonas de susceptibilidadMuy alta y Alta. Aunque el resto de viviendas se localizó en zonas de susceptibilidadMedia, Baja y Muy baja, no significó que estas estuvieran exentas der ser afectadas por inestabilidad de ladera, ya que se ubicaban en los cauces de ríos y barrancas, o bien, en zonas planas pero cercanas a laderas potencialmente inestables.

Mapa Nacional de Susceptibilidad a la Inestabilidad de Laderas (MNSIL)

Desde su elaboración (Cenapred, 2015), inclusión en el ANR y actualización en 2020, el MNSIL ha sido una herramientamuy valiosa para fines de protección civil y es ampliamente utilizado por autoridades estatales y municipales de esta disciplina, así como por otras depen- dencias del gobierno federal. Incluso ha sido de gran interés académico de diversas universidades del país, quienes recurrentemente han solicitado los archivos vectoriales de estemapa y sumetodología de elaboración.

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