Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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aterrador en circunstancias normales. Sin embargo, a Bion le interesaba el T(O), sobre todo en relación con la observación psicoanalítica, y esto presenta muchas dificultades conceptuales. Puede resultar útil recordar la afirmación de Bion de que “[e]n el consultorio de cada analista debería haber dos personas un tanto asustadas: el paciente y el psicoanalista” (Bion 1973, VII, p. 10). Para Bion, T(O) “es un caso especial de Transformación; es de especial preocupación para el analista en su función de facilitar la maduración de las personalidades de sus pacientes” (Bion 1965, V, p. 268). Para ser precisos, el temor no es el objetivo ni el elemento mutativo, pero Bion sostuvo que el trabajo psicoanalítico que se enfrenta a la Verdad es a menudo aterrador. T(O) para analista y paciente puede representar la capacidad, por más aterradora que sea, de que uno logre quitarse la venda de la certeza de T(K); es decir, del sentido o conocimiento, y así promover el crecimiento evolutivo a través de la intuición receptiva de la Verdad emocional subyacente. Otro ejemplo donde señala este razonamiento: “[…] la situación analítica misma y, por consiguiente, la ocupación o tarea psicoanalítica, inevitablemente estimularán el sentimiento primitivo y básico tanto en el analista como en el analizado … el amor, el odio, el miedo, se agudizan hasta un punto tal que la pareja participante puede sentirlas casi como intolerables: éste es el precio que hay que pagar para la transformación de una actividad que es casi psicoanálisis, en una actividad que es psicoanálisis” (Bion 1970, VI, p. 276; énfasis en Bion). El analista lucha por escribir claramente sobre T(O), porque apunta a una experiencia que trasciende la lógica, el pensamiento, la memoria, el deseo y otras cogniciones de la misma índole. Como ocurre con la naturaleza de O, es imposible establecer la naturaleza de T(O) directamente. Los textos de Bion se volvieron más difusos, opacos y controvertidos cuando trataba de escribir sobre lo in-escribible. Por ejemplo, escribe: “la transformación en O, esto decir, K à O … implica ‘devenir’ [y] se siente como inseparable del devenir Dios, la realidad última, la Causa Primera. El dolor de la ‘noche oscura’ [una referencia al trabajo del místico del siglo XVI, San Juan de la Cruz] es el temor a la megalomanía. Dicho temor inhibe la aceptación de ser responsable –es decir, maduro– porque parece implicar ser Dios, ser la Causa Primera, ser la realidad última, con un dolor que puede ser expresado, aunque de forma no del todo adecuada, por la ‘megalomanía’” (Bion 1965, V, p. 269; original en cursiva). En los últimos capítulos de “Transformaciones” y en todo el trabajo de “Atención e Interpretación”, Bion refleja las dificultades de expresar sus propuestas. Sus últimos grandes trabajos, una novela en tres partes titulada “Un recuerdo del futuro” (Bion 1975, XII; 1977, XIII; 1979, XIV), no es un texto psicoanalítico per se , pero empleó ideas y situaciones psicoanalíticas dentro de su estructura profundamente idiosincrática, mientras trataba de evocar, aludir o apuntar una cantidad de ideas que el autor no podía expresar en el discurso psicoanalítico formal.

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