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Los pensamientos son transformados en impresiones sensoriales no mentales; el pensamiento y, por tanto, la comunicación basada en el lenguaje, se destruye. Aunque no lo declare explícitamente, la alucinosis patológica se puede representar como K à O. Este conjunto de transformaciones se pueden describir más concretamente como transformaciones hacia la alucinosis, aunque Bion no emplea esta frase. Durante su carrera, a Bion siempre le interesaron las teorías psicoanalíticas sobre pacientes psicóticos. Este es un trabajo difícil porque, “el medio de las transformaciones del analizado descansa en la esfera de la acción, el del analista en la esfera del pensamiento y sus representaciones verbales” (Bion 1965, V, p. 248). El dominio de la alucinosis puede representarse en el modelo de O. Establecer contacto con pacientes psicóticos dentro del dominio de sus alucinosis presenta el mayor desafío, tanto conceptualmente como en la práctica. Estar con el paciente psicótico constituye un O compartido por el paciente y el analista (Bion 1965, V, pp. 169-170), y las transformaciones en alucinosis denotan tanto el trabajo de transformar observaciones hechas en contacto con este O compartido, como la circunstancia general de los procesos de transformación que se dan en estados de alucinosis. Puede ser útil pensarlo como transformaciones dentro de la alucinosis. Bion ofrece un ejemplo que demuestra que la observación desde T(K) y la observación a través de las transformaciones en alucinosis producen interpretaciones muy variadas de la situación clínica compartida por paciente y analista. Su paciente psicótico encontró que las palabras de Bion: “volaban por encima de su cabeza y podían detectarse en lo que para mí eran los diseños de un almohadón . … [En cambio,] en un estado de alucinosis él podía ver que los diseños eran realmente mis palabras que viajaban, a través de sus ojos , hacia él. Además, el ‘significado’ que no podía asirse fuera de las condiciones de la alucinosis, era perfectamente claro en ese estado. Sin embargo, el ‘significado’ de una afirmación en la alucinosis no es el mismo que el que tiene en el dominio del pensamiento racional” (Bion 1970, p. 251; cursiva añadida ). La primera frase en cursiva indica cómo Bion, y presumiblemente todo analista, percibe, o “interpreta” el objeto en el diván: es un almohadón con diseños, el resultado, T(β), de las transformaciones del analista en K, T(K), que surgen al mirarlo. Sin describir cómo observa las transformaciones en alucinosis, Bion ofrece el resultado, T(β), transformado en sus pensamientos, T(K): “los diseños eran realmente mis palabras que viajaban, a través de sus ojos, hacia él.” Estos dos resultados observados no pueden ser más distintos, y la diferencia es vital para apreciar los estados psicóticos. Bion clarifica que el “significado”, que pone entre comillas, tiene que ver con “impresiones sensoriales [que] no tienen significado en este dominio; proporcionan placer o dolor” (Bion 1970, p. 251). Bion afirma que, como precepto general, el analista debe escuchar con una “intuición” analítica entrenada (Bion 1965, V, p. 243; 1970, p. 246) con el fin de apercibir la situación y el efecto total de las transformaciones en ideas
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