Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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entonces conocemos K. Es decir, sabemos que el cuadro representa unas amapolas en un campo y unas casas a lo lejos, y podemos apreciar los caminos que nos llevan hacia ellas…” (Aguayo, Pistiner de Cortinas y Regeczkey 2018, p. 44). Los pintores impresionistas, muy influenciados por la información científica de que el ojo mezcla los colores, pintaron las imágenes aplicando pinceladas de colores de manera que el ojo pudiera mezclarlas. Si el observador se mantiene a “cierta distancia”, podrá “ver con sus emociones” la imagen (experimentará el impacto emocional de la imagen). Sin embargo, si se acerca demasiado a la pintura, verá sólo una imagen borrosa; en caso de que se sitúe demasiado lejos, el impacto emocional de la imagen también será nula o muy débil. Lo mismo aplica al analista en el proceso de “pintar” al paciente en virtud de una interpretación. La idea general que se encuentra en el arte es la mirada específica que puede tener un pintor (o un psicoanalista) al emplear invariantes que pueden ser (o no) reconocidas por otros observadores. “El pintor en virtud de su capacidad artística es capaz de transformar un paisaje (la realización) en una pintura (la representación). Lo hace en virtud de invariantes que hacen comprensible esta representación” (Bion* 1965, p. 5). La idea principal es la capacidad del pintor de crear una interpretación de la realidad empleando invariantes y variables. ¿De dónde proviene esta capacidad? Bion designó este origen con el signo “O” (Bion* 1965, p. 15). En este contexto, Chuster concibe el significado inicial de “O” como “ontos”, como en ontología (es decir, la naturaleza de la existencia, del ser). El concepto de “O” es una ampliación del concepto anterior, más básico, de la preconcepción (1962a), que busca una realización para dar lugar a una concepción. La propuesta principal de dicho modelo es cambiar, al menos por unos momentos, nuestra forma de pensar sobre los conceptos psicoanalíticos clásicos, como los conceptos de inconsciente, resistencia, repetición, pulsiones y más. Por lo tanto, Chuster teoriza que “O” es también “Opus”, un trabajo en proceso (Chuster, 2018) en todas las direcciones: analista, analizado, teoría, práctica, lógica y epistemología. Bion resumió estas ideas con la siguiente frase: “Al considerar la experiencia psicoanalítica a la luz […] de una teoría de las transformaciones es posible ver los problemas del pensamiento de nuevo” (Bion 1965, p. 38). Por ejemplo, Bion propuso pensar el fenómeno de la resistencia desde otro vértice, que llamó la inaccesibilidad de O. Es inaccesible para ambos miembros del vínculo analítico. Sin embargo, en cualquier caso, tal proposición hará que se desplace el objetivo final del texto para entender la transferencia como diversas formas de transformación. Es una nueva forma de pensar. Es la complejidad llevada al psicoanálisis (Chuster, 2018).

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