RESUMEN EJECUTIVO ICYD 2023

Por último, en cuanto al estado de la transferencia de conocimiento en las

Los últimos datos disponibles (curso 2021- 2022) revelan una recuperación de la cifra de estudiantes españoles matriculados en programas de movilidad (54.163 alumnos, un 5% superior que en el curso 2018- 2019), así como del personal docente (un 0,3% superior). Según la última edición del U-Multirank, en comparación con los países de la UE, España ocupa el noveno lugar de 27, con un 12,6% de los matriculados en las universidades españolas enrolados en programas de movilidad (periodo 2018-2020). Esta cifra queda todavía lejos del 27% que consigue Francia, que lidera el ranking . España sigue recibiendo más alumnos que los que envía fuera. En el curso 2021-2022 había 135.474 estudiantes internacionales en el sistema universitario presencial español, cifra que supera en un 7,8% los niveles prepandemia (curso 2018-2019). Distinguiendo según la titularidad de las universidades, las universidades públicas siguen siendo las que acogen a un mayor volumen de estudiantes extranjeros (91.985 estudiantes). Sin embargo, en términos relativos, el porcentaje de estudiantes internacionales respecto al total es superior en las privadas (18,82% frente al 7,85% de las públicas). Las cifras son pues positivas, sin embargo, la mayoría del estudiantado internacional entra en el sistema universitario español a través de programas de movilidad ( credit mobility ), mientras que los de matrícula ordinaria ( degree mobility ) siguen siendo una minoría. Las causas del bajo porcentaje de alumnos extranjeros de matrícula ordinaria son atribuibles a motivos diversos. Entre ellos, y principalmente, a la limitada oferta de titulaciones en idioma extranjero (11,7% a nivel de grado y 12,3% en máster), y a que en la mayoría de las comunicaciones que realizan

las universidades, especialmente aquellas en las que se muestra su oferta docente y sus características, tienden a obviar el inglés. Los datos a nivel de país, respaldan el atraso de España en esta materia. Según el EF English Proficiency Index 2022, un ranking que evalúa el nivel de inglés en más de 120 países, España ocupa la posición 25ª de los 35 países europeos evaluados. Revertir esta situación en la universidad implica capacitar al PDI y al personal de gestión, administración y servicios en la comunicación efectiva en inglés. La cooperación internacional es otra herramienta efectiva en el marco de las estrategias de internacionalización. Ejemplo de ello son las titulaciones conjuntas con universidades extranjeras que, a su vez, contribuyen a ampliar la oferta académica en varios idiomas. Según datos del SIIU, en cuatro años se han agregado a esta modalidad 15 nuevas titulaciones, con 35 universidades españolas ofreciendo un total de 114 titulaciones conjuntas en el curso 2020-2021. En cuanto a la estructura de los recursos humanos, en el curso 2021-2022, un 4,2% de los empleados en el sistema universitario era de nacionalidad extranjera. Desagregando por colectivo, el personal empleado investigador registraba el porcentaje de extranjeros más elevado (16,4%), seguido por el personal técnico de apoyo a la investigación (9,3%). Es en los colectivos del PDI (3,1%) y el PAS (1,5%), donde hay una menor participación extranjera, con cifras ligeramente inferiores a las del curso anterior. Diferenciando entre universidad pública y privada, se observa que en las privadas los porcentajes de personal extranjero son superiores, lo que

probablemente refleja una mayor voluntad a este respecto, además de agilidad administrativa y flexibilidad presupuestaria de las universidades privadas frente a las públicas. Centrándonos en el colectivo del PDI, se observa que el PDI extranjero tiende a concentrarse en las categorías con mayor temporalidad, lo que explicaría las dificultades que tiene el sistema para poder atraer talento internacional, y ofrecer unas condiciones y salarios competitivos en posiciones más sénior en comparación con las de otros países. Por último, la proyección internacional de las universidades también se refleja en la actividad investigadora, tanto en la atracción de fondos como en los resultados de investigación. Según la última edición del Ranking CYD, el 23% de la financiación externa que recibieron las universidades españolas para realizar actividades de investigación procedía de fuentes internacionales, y de acuerdo con la base de datos CORDIS, desde 2021, el 53% de las universidades españolas inscritas en el RUCT ha participado en proyectos financiados bajo el programa marco Horizonte Europa, que suman un total de 851 proyectos y han liderado el 32% de estos. En cuanto a los resultados de investigación, se observa un mayor porcentaje de trabajos liderados por investigadores españoles cuando se considera la producción total (70%) que cuando son trabajos en colaboración internacional (30%). En cambio, el total de publicaciones en revistas de primer cuartil es 11 puntos superior (en comparación con el conjunto de la producción científica) cuando se trata de investigaciones en colaboración internacional. También mejora el impacto normalizado (un 79% por encima de la media mundial cuando se trata de producción en

universidades españolas medida en términos de acuerdos de propiedad intelectual y la creación de spin-offs , la Encuesta de I+TC y los datos de la OEPM revelan que estos dos canales están registrando un descenso. Desde 2016 se observa una disminución muy notable en el número de solicitudes de patentes realizadas por las universidades (36,5% en 2016 frente a un 30,3% en 2021) probablemente explicada en parte por la introducción de la Ley 24/2015 en 2017. En el caso de las spin-offs , hubo una tendencia creciente entre 2010 y 2015, pero desde entonces las cifras anuales han ido disminuyendo (74 en 2021). En cambio, el registro de software y contenidos digitales registrados y especialmente el know-how (18,7% en 2016 y 30,8% en 2021) han ganado protagonismo. Se espera que las recientes legislaciones e iniciativas en curso simplifiquen los procesos y mejoren la eficacia de las oficinas de transferencia de conocimiento, dando así un impulso a estas vías.

5. Fomentar la internacionalización

A fecha de hoy, la internacionalización ha dejado de ser opcional. No hay universidad que en su plan estratégico no la contemple, considerándola además un eje transversal que abarca todas las áreas de la institución. En un ejercicio de síntesis se podría conceptualizar desde dos perspectivas: la interna, es decir, la integración de la dimensión internacional en las operaciones y el funcionamiento diario de las universidades, y la externa, que busca expandir geográficamente el alcance de las universidades en el extranjero.

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